Masaje con Piedras Calientes y Frias

Esta terapia combina el masaje terapéutico tradicional con la aplicación sobre la piel de piedras a distintas temperaturas, para facilitar que fluya la energía vital y aliviar así trastornos físicos y emocionales. Este masaje utiliza piedras volcánicas de basalto que, previamente temperadas, son friccionadas en el cuerpo. Esto permite que el calor entre profundamente en la musculatura y articulaciones.
La energía propia de las piedras volcánicas de basalto, en combinación con los efectos terapéuticos del contraste de temperatura, harán también que la energía vital del cuerpo se recicle dejando una sensación de ligereza, descanso, relajación física, mental y emocional.

Las piedras tienen un contenido energético muy fuerte, las piedras son las primeras sustancias sólidas de la tierra. Por millones de años, durante su formación recibieron luz y energía, la verdadera sabiduría de la naturaleza.

A través del calentamiento liberan energía acumulada en su interior, devolviendo al ser humano la fuerza vital; la aplicación de las piedras calientes limpia las vías energéticas propiciando la penetración de esa energía.

Entre algunos de los múltiples beneficios del masaje con piedras calientes se encuentran:

Recupera la energía,

Elimina el estrés,

Mejora las funciones de nuestro organismo,

Reduce los dolores crónicos –sobre todo los óseos y musculares–, y ayuda a equilibrar el sistema nervioso y el circulatorio.

Nos ayuda a relajarnos, pues mediante el correcto flujo de la energía, armonizamos cuerpo, mente y espíritu, y esto permite reducir notablemente nuestros niveles de estrés.

Tiene numerosos efectos estéticos visibles, ya que revitaliza, oxigena e ilumina la piel. Esto es una consecuencia de la mejora de la circulación sanguínea y de la eliminación de toxinas, que contribuyen a reafirmar los tejidos y hacen que la piel tenga un aspecto mucho más terso y saludable.

Este tipo de terapia está especialmente recomendada en aquellos casos de problemas nerviosos como el estrés, la ansiedad o el insomnio, para los problemas circulatorios, y para aliviar los dolores musculares y articulares, así como en los tratamientos de belleza.